Costumbres y Tradiciones
Además de conocer y visitar diferentes rincones de Menorca, no puedes irte de la isla sin descubrir nuestras tradiciones y nuestras costumbres. Si de verdad quieres disfrutar de Menorca, busca más allá de las calas vírgenes, saborea nuestra gastronomía, descubre nuestra artesanía, disfruta de nuestras fiestas… En definitiva, sumérgete en la cultura tradicional menorquina. ¡Te sorprenderá!
Herencia cultural
Todas las poblaciones que han pasado por la isla a lo largo de la historia han dejado su huella en la cultura popular menorquina. La transmisión de costumbres, bailes, canciones, historias y palabras de padres a hijos ha logrado que se conserve el legado de nuestros antepasados.
El 17 de enero se celebra Sant Antoni, la Diada de Menorca, en que se conmemora la conquista de la isla por parte de Alfonso III de Aragón, en 1287, con la que se incorporó la isla a la corona Catalano-Aragonesa.
Por lo que se refiere a la música y el baile, destacan los fandangos menorquines, bailes y canciones populares que siguen manteniendo su esencia tradicional y que no faltan en los actos festivos.
Las celebraciones y días festivos cuentan también con los “glossadors”, poetas que dominan, de una forma asombrosa, el verso improvisado y demuestran su ingenio en combates orales usando un tono irónico y crítico.
Las “rondallas” son narraciones anónimas que antiguamente se explicaban en familia alrededor del fuego o sentados a la fresca. Han pasado de generación en generación hasta llegar a nuestros días.
La dominación inglesa de la isla hizo que se incorporaran numerosos anglicismos al vocabulario de los isleños que no se han perdido. Seguro que te gustará descubrir estas palabras.
Fiestas
Durante los meses de verano, las diferentes localidades de la isla celebran sus fiestas populares. En estas celebraciones, los caballos de raza menorquina son los auténticos protagonistas.
Después de recorrer las principales calles del pueblo a lomos del caballo, empieza lo que llamamos el “jaleo”: los caixers y cavallers (jinetes) muestran sus habilidades haciendo saltar a los caballos al ritmo de la música en el centro de la plaza y en medio de una multitud que les ayuda a levantarlos. Se siguen unos tradicionales y estrictos protocolos, que incluyen actos religiosos. Y las plazas y las calles se llenan de menorquines que viven esos días con mucha emoción, y de turistas atraídos por conocer estas fiestas centenarias.
Las que marcan el calendario de inicio son las de Sant Joan, en Ciutadella. Se celebran en junio y son las más conocidas, a pesar de que cada pueblo celebra también sus fiestas.
Gastronomía
Los platos tradicionales de la isla son una combinación de tierra y mar, de los campesinos y los pescadores. Y es que la gastronomía menorquina se compone de los productos que provienen del campo y de los que ofrece el Mediterráneo. Además, integra influencias de otras culturas, herencia de las diferentes civilizaciones que han habitado la isla, especialmente de la cocina árabe, británica y francesa.
Hay una gran variedad de platos típicos con productos del mar, pero la caldereta de langosta es, sin duda, el más popular.
Uno de los productos estrella que se produce en Menorca es el famoso Queso Mahón, con Denominación de Origen. Está hecho con leche de vaca y destaca por su sabor ligeramente salado. Hay dos variedades de Queso Mahón: el semicurado, con un sabor más suave, y el curado, de un sabor más intenso.
Sobrasada, cuixot o camot, carn-i-xua, botifarró… La elaboración de embutidos se remonta a muchos siglos atrás, y actualmente se siguen produciendo sin prisas, de forma artesanal, para no perder ese sabor que los hace únicos.
Y no podía faltar la repostería y la pastelería. Con aportaciones de otras culturas, la repostería isleña ofrece una rica variedad de productos. La famosa ensaimada es uno de los productos gastronómicos que más se llevan los turistass, y la típica ensaimada menorquina es la llamada coca bamba, más voluminosa, que se suele comer con una taza de chocolate en las fiestas patronales. Otro producto muy popular en las fiestas son los pastissets, pequeñas pastas dulces en forma de flor. Y otras pastas dulces son los amargos y carquiñols, pequeñas galletas, y los crespells, galletas más grandes y planas muy dulces.
Aunque la mayoría de los productos de repostería se encuentran todo el año. Es tradicional que se elaboren para unas celebraciones determinadas. Por ejemplo, las greixeres, unos pasteles de queso, se suelen comer en Carnaval, las formatjades, pequeñas empanadillas de carne, son típicas en Pascua y los buñuelos, en Todos los Santos.
Y la bebida más popular de la isla es la pomada. Elaborada con Gin Xoriguer, que se destila en el puerto de Maó, y con limonada, se bebe en las tradicionales fiestas.
En las últimas décadas se han recuperado las viñas y actualmente hay varias bodegas que elaboran vino con la denominación de Vi de terra Illa de Menorca, una identificación que certifica la calidad de los vinos y que deben elaborarse con las variedades Cabernet sauvignon, Merlot, Monastrell, Tempranillo y Syrah, los tintos, y Chardonnay, Macabeo, Malvasia, Moscatel, Parellada y Moll, los blancos.
Artesanía
Menorca conserva su gran tradición artesana. Y es que las habilidades artesanas se han trasmitido de generación en generación hasta nuestros días. En toda la isla encontramos pequeños y grandes talleres que elaboran productos artesanos como calzado, cerámica, joyas, jabones, entre muchos otros.
La industria del calzado es una de las más importantes de Menorca y las abarcas son el calzado típico por excelencia. Las lucen tanto menorquines, como turistas y se han popularizado tanto que han traspasado fronteras.
Una muy buena oportunidad para descubrir la artesanía que se elabora en Menorca, son los mercados artesanales. Durante el verano, todos los pueblos montan mercados nocturnos en los que también se organización actuaciones musicales, y Maó y Ciutadella cuentan, además, con mercados diurnos. Seguro que encontrarás preciosas piezas para llevarte de recuerdo.